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"Desmitificando el mito de las 8 horas de sueño: ¿cuánto necesitamos realmente?"



¡Hola Baller! ¿Qué tal? Durante años, hemos escuchado repetidamente que debemos dormir al menos 8 horas todas las noches para estar saludables. Sin embargo, la idea de las 8 horas de sueño como una regla inflexible puede ser un mito. Vamos a explorar en esta entrada cuánto sueño realmente necesitamos y cómo podemos obtener un descanso de calidad, sin aferrarnos a un número específico de horas. Como de costumbre, vamos a dividir la entrada en varios puntos.

  • La individualidad del sueño: El sueño es un aspecto altamente individualizado. Si bien algunas personas pueden funcionar perfectamente con 7 u 8 horas de sueño, otras pueden sentirse completamente descansadas con menos horas. La clave está en conocer tu propio cuerpo y sus necesidades únicas de sueño.

Yo, por ejemplo, cuanto más duermo, más me cuesta "arrancar" y tengo menos energía, que si duermo 5-6 horas.


  • Calidad versus cantidad: En lugar de enfocarnos exclusivamente en la cantidad de horas de sueño, es importante considerar la calidad del descanso. Una noche en la que duermas 10 horas, puede provocar alteraciones en tu metabolismo, mantenerte con sueño todo el día, o cambiar tu estado de ánimo. Intenta acostarte con la luna, y despertar con el sol, la luz e iluminación marcan la segregación de hormonas encargadas de producir sueño, o lo contrario.

Por ejemplo, la melatonina contribuye a la sensación de somnolencia y prepara el cuerpo para dormir.

  • Factores que influyen en el sueño: La duración y calidad del sueño pueden verse afectadas por varios factores, como el estrés, la salud física y mental, los hábitos de vida y el entorno de sueño. Es crucial identificar y abordar estos factores para lograr un descanso óptimo.

Personas con sobrepeso, altos niveles de estrés, o sedentarias, encuentran más complicado obtener un sueño realmente reparador.

  • Escucha a tu cuerpo: En lugar de obsesionarse con alcanzar un número de horas específico, es más importante prestar atención a cómo te sientes al despertar. Si te despiertas sintiéndote descansado, energizado y capaz de enfrentar el día, es probable que estés obteniendo la cantidad adecuada de sueño para ti, independientemente de las horas que duermas.

  • Rutina y horarios consistentes: Establecer una rutina de sueño regular y mantener horarios consistentes puede ser lo más beneficioso para mejorar la calidad y la consistencia del sueño. Ir a la cama y despertarse a la misma hora todos los días puede ayudar a regular el reloj interno del cuerpo y promover un sueño más saludable. Para mí, esto es lo más importante.

En lugar de aferrarnos al mito de las 8 horas de sueño como una regla inamovible, debemos adoptar una actitud más flexible y centrarnos en obtener un descanso de calidad que se adapte a nuestras necesidades individuales.


Escucha a tu cuerpo, mantén una rutina de sueño consistente y presta atención a la calidad del sueño.


Recuerda que el objetivo no es alcanzar un número mágico de horas, sino sentirnos descansados y revitalizados para enfrentar cada día con energía y vitalidad.

©2018

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