top of page
Publicar: Blog2_Post

No la líes con el aceite de oliva: el “chorrito de más” que puede estar frenando tu pérdida de grasa

  • Foto del escritor: Mario Modrego
    Mario Modrego
  • 9 jun
  • 2 Min. de lectura

Estás comiendo limpio. Has reducido el azúcar, haces ejercicio, bebes agua, cenas pronto… y sin embargo, la báscula no se mueve.


¿Y si el problema no fuera lo que comes, sino cómo lo estás cocinando?


Ese “chorrito generoso” de aceite de oliva que echas en la ensalada, en la sartén o sobre las tostadas puede parecer inocente, pero es más traicionero de lo que crees.


El aceite de oliva: bueno sí, pero también muy calórico


El aceite de oliva virgen extra es una joya nutricional. Protege tu corazón, tiene antioxidantes, ayuda a absorber vitaminas… Pero hay un detalle que muchas personas pasan por alto:


una cucharada sopera contiene 120 kcal.


Y no es raro que en un solo plato se acumulen tres o cuatro.


Haz cuentas. Tu ensalada que iba a tener 250 calorías, tras un aliño a ojo con aceite, nueces y aguacate, acaba con más de 700.


Y ahí está el problema: no estás comiendo mal, simplemente estás comiendo más de lo que necesitas.



Una metáfora que no vas a olvidar


El aceite de oliva es como el vino.


Una copa puede realzar el momento.


Pero si te pasas, arruinas la cena.


¿Y no era saludable?


Lo es. Y mucho.


Pero el concepto de “saludable” se ha distorsionado.


Que un alimento sea bueno para tu cuerpo no significa que puedas usarlo sin control. Incluso los estudios científicos que han demostrado los beneficios del aceite —como el PREDIMED— lo hacen en un contexto de cantidad moderada.


No es blanco o negro. El aceite de oliva no engorda por sí solo, pero puede estar haciendo que tú no bajes de peso.


Entonces… ¿qué hago?


No se trata de prohibirlo. Se trata de aprender a usarlo con cabeza.


  • Cocina con sartén antiadherente.

  • Aliña con especias, limón o vinagre y solo una cucharada de aceite.

  • No temas usarlo, pero mídelo siempre.


No es solo una cuestión de comer sano, sino de comer con estrategia.


¿Y si ya lo estoy haciendo todo bien, pero sigo estancado?


Buena pregunta. En mi experiencia, cuando alguien está comiendo bien, entrenando y no avanza, casi siempre hay detalles invisibles que marcan la diferencia: salsas, bebidas, picoteos… y sobre todo, aceites mal medidos.


Por eso, si te ves reflejado en esto, no necesitas una dieta nueva.


Necesitas claridad.


¿Quieres que te ayude a aplicar esto a tu caso?


Si te has sentido identificado con lo que has leído y quieres empezar a perder grasa sin prohibirte alimentos ni complicarte la vida, haz clic aquí y descubre cómo puedo ayudarte de forma personalizada:


 
 

©2018

bottom of page